Desde que se impuso la educación obligatoria en nuestro país, los centros escolares han avanzado notablemente respecto a la formación selecta de unos pocos privilegiados que había antes. Pero esto también ha llevado a grandes problemas de "overbooking" en algunos colegios e institutos. Además, la llegada masiva de inmigrantes a los mismos ha supuesto un gran problema, pues, en algunos casos, son más los alumnos solicitando educación que los recursos que existen.
Esto ha significado, entre otras cosas, que las clases tengan una cantidad de estudiantes superior al que se debería para poder enseñar y aprender tranquilamente, por lo que empeora la educación y crea un ambiente de tensión entre alumnos y profesores. Para mejorar esto deberían suministrar más plazas a los profesores y crear más aulas, reduciendo el número de estudiantes por clase.
Además, sobretodo en los pueblos, hay un claro caso de abandono en Bachillerato para cursarlo en otra ciudad, ya que no se ofertan todas las asignaturas y especialidades posibles. En el particular caso de nuestro instituto, no existe la posibilidad de cursar un Bachillerato de Artes o de estudiar algunas asignaturas (por ejemplo, Música) lo que hace que muchos se marchen a otras instituciones académicas, normalmente los de la capital, y esto también supone un gran problema, dado que, aparte de los alumnos habituales, éstos centros tienen que asumir los que llegan de los pueblos vecinos.
Y no solamente se van porque no tengan posibilidad de cursar lo que quieren, sino porque muchos padres (y también algunos jóvenes) consideran que la educación de Bachillerato en una gran ciudad será mejor y tendrá más calidad que en un pueblo e incitan a sus hijos a estudiar en otro sitio. Este pensamiento, en mi opinión, es poco verídico y fiable, pues la calidad de los profesores no varía, aunque sí tal vez el ambiente y la seriedad de los propios estudiantes.
Pienso que los que vivimos en localidades pequeñas deberíamos, al menos, tener la posibilidad de adquirir la especialización que nosotros queramos en nuestro lugar de origen, ya que la educación es un derecho de todos. Otra cosa es que, finalmente no exista "quorum" suficiente para crear una clase y entonces sí tengan que desplazarse dichos alumnos, pero la opción siempre debería darse, por obligación.
También encontramos en los colegios e institutos numerosos problemas de integración de algunos chavales, como por ejemplo, los discapacitados. En algunos centros todavía no han adaptado las infraestructuras para ellos y supone un gran impedimento para que estos chicos puedan estudiar. Todos se deberían equipar con rampas, ascensores... etc. Y en el caso de los discapacitados psíquicos, facilitarles clases de apoyo y atenciones especiales.
Otro caso claro (y el que más vivimos en mi centro) es el de los inmigrantes, que llegan a España, la mayoría de ellos sin conocer el idioma, el país, las asignaturas, la cultura y, sobreetodo, sin tener amigos ni nadie que les ayude. En otros casos, sobretodo en los musulmanes, el respeto por su cultura, muy diferente a la nuestra, supone también un problema, como el uso del velo o el hijab en los colegios o el respeto del mes del Ramadán y la prohibición de algunas religiones a tomar ciertos alimentos que se dan en los centros donde se facilita un comedor escolar. Pienso que su integración pasa por la concienciación al resto de alumnos de lo importante que es el respeto a otras culturas, y facilitarles, por ejemplo, (siempre que haya un número de alumnos suficientes) la asignatura de religión musulmana, o un menú determinado para ellos a la hora de las comidas, o clases para el conocimiento de la lengua y de la cultura española.
Es tarea de todos que cada vez estos compañeros extranjeros estén más integrados, pues es beneficio común que los hijos de inmigrantes consigan una educación notable y trabajen eficazmente, porque ayuda a aumentar el nivel económico y social del país y el enriquecimiento cultural del mismo.
Tamara Toribio
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