jueves, 23 de diciembre de 2010

Navidades...

Suena... La vie en Rose (Quiéreme si te atreves)

Y allí estaban de nuevo, como dos niñitos, bajo la lluvia, el día de Navidad. Las calles estaban desangeladas, solitarias, cubiertas de nieve mojada, de tejados blancos. En las ventanas se veían luces, alegría, felicidad y hogueras que repartían calor a todas las familias. Y ellos, otra vez, afuera, y de nuevo, riéndose del mundo.

En realidad, se necesitaban. Eran dos idiotas. Él, un inconsciente y ella una loquita. A él, la sonrisa de ella le hacía creer en sí mismo, levantarse y querer ser feliz. A ella, la sensibilidad y la transparencia de él le hacía ver las cosas desde una perspectiva menos fría y más humana. Y los dos iban siempre a contracorriente.

¿Por qué quedarse en casa en la noche de Navidad? Era la más perfecta del año para pasear, para contemplar, para jugar, para soñar... Y es que, cuando no hay ni un alma a tu alrededor, cuando los coches han dejado de circular, cuando los árboles se han olvidado de respirar y los charcos en el suelo distorsionan la realidad, las cosas se piensan y se sienten de manera diferente, más íntima, más peligrosa, más extrema. Así vivían ellos, al límite entre lo real y lo irreal. Entre lo posible y lo imposible. Buscando siempre el detalle más pequeño, en ese mundo en el que vivían, que se les hacía tan inmenso, tan abstracto, tan estúpido. Cantando e inventando historias absurdas, plasmándose a ellos mismos en sus personajes. Odiándo hacerse mayores. Riendo y llorando a la vez, durante horas.

Subidos a un tejado, aferrados de las manos, con la cabeza de ella sobre el hombro de él, los dos mirando al cielo y contándo sus huellas en la nieve. Así terminaron su noche de Navidad.

Y nadie, nadie les echó de menos

jueves, 16 de diciembre de 2010

Venecia






Suena.. Nocturno n.20 Chopin


Yo… y tú…

Frente a frente… en Venecia
De corazón a corazón. Tus ojos frente a los míos. Tu mano rodeando mi cintura. En aquella góndola sin gondolero. Ambos en pie. Mirando al cielo. Recorriendo las calles. Perdidos en la noche. En esa noche fría iluminada por la luna. Magia en el aire. Dolor en el alma. Palabras en el cielo. Dos corazones solitarios que laten a la vez.
“Vuela conmigo” –me susurras
Te busco tímidamente. Siento el leve roce de tu mejilla en mi piel. Escucho tu respirar. Huelo tu aliento, tu perfume. Saboreo tus labios. Me pierdo. Comienza a llover. ¿O es que acaso el cielo también llora nuestra desgracia?


 Aún recuerdo el primer día que te vi, en aquella playa solitaria donde cada noche salías a escribir. Siempre te observaba desde mi ventana, con miedo, respeto y curiosidad. Te sentabas siempre en el mismo sitio, solo, en silencio, revolviendo en tus papeles de manera serena, frotándote el pelo con el lapicero cuando algo te inquietaba, cuando alguna frase se te resistía. Recuerdo también la primera noche en la que bajé a preguntarte qué era lo que escribías y por qué lo hacías. Y entonces fue cuando contemplé por primera vez aquellos preciosos ojos inmensos, mirándome, o mejor dicho, enamorándome. Me dijiste entonces que escribías para vivir. Y, por si alguna vez amaba a alguien, para poder hacerle un regalo especial...

Aquellos versos que escribías son los que ahora tengo en mi mano, aferrados con fuerza, porque sé que es lo único que me quedará de tí.

Avanzamos. Ya no puedes retroceder. La luna te acoge… como una madre a un hijo… siempre perteneciste a ella. Maldito poeta de los ojos oscuros que vendió su alma a los astros para poder ser libre. Y ahora la que no tiene libertad soy yo, porque no puedo volar a tu lado como me pides, porque nunca supe cómo hacerlo, porque aún me quedan muchas cosas por hacer aquí. 
Y tú desapareces. El viento susurra tu nombre, donde se perderá. En el cielo escribiste el mío, donde permanecerá para siempre. Así nos definimos. Tú, cambiante, libre, inmaduro, sin rumbo. Yo, responsable, ocupada, con un lugar en el mundo. Diferentes. Incompatibles. Imposibles.
Ahora partes. En busca de aventuras. En busca de nuevas letras que inventar, de nuevos corazones que robar, de nuevas musas que encontrar. Y yo permanezco aquí, con los pies clavados en la tierra, sin poder correr a tu lado, sin poder volar.

Se escucha a lo lejos el aullido de un lobo...

Atrás queda aquella noche.

Solos. Tú y yo. Y Venecia. La ciudad eterna

10/09/2009

viernes, 10 de diciembre de 2010

Leyendas...


 Suena... BSO Leyendas de Pasión

Estrellas azules que cantan a la noche
El oscuro cielo que observa y una leve brisa que corre, dejando su huella, por su melena inquieta y rebelde 

Divinidad estética e increíble, sentimientos dispersos e infantiles, miradas claras, llenas lunas y estrellas fugaces. Mas... ¿de qué sirve? Unos meses después, solo queda el recuerdo. Su olor, sus ojos, su pecho, sus palabras, su eterna sonrisa . ¿Qué falló? ¿Por qué se quebró aquel primer intento? La locura fue la mayor culpable. Y deseas regresar de nuevo.

Pero ya es tarde. Olvídalo. No puedes ocultar los errores pasados. Fueron cometidos. ¿Qué puedes esperar de una niña? Aún así, en el fondo de tí misma, sabes que nada habría sido diferente. Algo habría fallado, tarde o temprano. Y esto es lo más triste. La felicidad absoluta está reservada, y tú no eres su destinataria. Estúpida niña a la que arrebataron un juguete nuevo...

Aún así...

Caminaré... seguiré caminando... a través de tu nombre... de tu corazón
Y si piensas que alguien detendrá mis pasos firmes, te equivocas
La eternidad fue dibujada para nosotros y la obstinación es mi gran virtud
Yo seguiré buscando tu aliento tierno... tus palabras lisas y sin tapujos...  tu corazón sereno...
Ahora... o después... siempre existe un luego... aunque nuestra vida se acabe, nunca nuestra esperanza.

Somos animales echos de Amor desde nuestra concepción. Servimos para amar y ser amados. Y el único problema está en aquellos que se empeñan a renunciar a su destino. Debes hacer aquello que sabes. Y a quien esté escrito que ames. El error es pensar que eres libre. Caer en la ingenuidad y creer que eres lo suficientemente fuerte para resistir la soledad. Pero siempre vivirás atado al Amor. Aquel claro y sincero sentimiento del principio de la vida que muchos se empeñan en obviar... vive en el corazón como una parte más de tí. Y, tarde o más temprano, terminará despertando.

Por eso,yo seguiré mi rumbo

Buscando el amanecer de una nueva vida... y aquel que se busque a sí mismo, que me acompañe.

Tal vez así juntos encontremos el lugar... donde ocurren los cuentos de hadas, las leyendas, y donde viajamos por las noches a observar aquello que llaman "sueños"




9 de abril de 2010

viernes, 3 de diciembre de 2010

Vocación de danzarina

Suena...The Meadow (BSO New Moon)


Tus pies anunciaban la magia de una nueva canción.

Los saltos te hacían volar y rozar las estrellas con la punta de los dedos. Los vestidos acompañaban tu cuerpo ligeramente, sin presionarlo, sin excederlo, amoldándose a tu figura de forma natural e improvisada. Volteabas la cabeza y mirabas al frente de manera pícara y abismal. Hacia la inmensidad y la oscuridad de aquel alejado bosque, al que cada noche escapabas a bailar.



Te enamoraste de ese espacio triste y vacío, cuya brisa te acariciaba tan suavemente cuando danzabas a su lado. Los árboles se encapricharon contigo y acompañaban tus compases con el vaivén de sus hojas. Tus brazos tejían un manto de luciérnagas a su paso y el arqueo de tu espalda indicaba el camino hacia la libertad. Cuando la lluvia caía, las gotitas de agua se enredaban en tus rizados cabellos y se deslizaban lentamente por tus frías mejillas, formando parte de cada uno de tus movimientos. Desesperabas al rudo suelo con la fuerza de tus piernas y con tu elegancia, matabas de envidia a las sirenas, a las hadas y a las estrellas, que solo podían aspirar a parecerse a tí.


Te acostumbraste a danzar en mitad de la nada, alejada de cualquier lugar. A llorar mientras lo hacías, y a sentir felicidad. Princesa de los movimientos, maga de la inmensidad. Encontraste el equilibrio entre fantasía y realidad. El punto más alto del cielo conocía tu nombre. Porque hacia él has volado muchas veces, ansiando despertar a la luna con el roce de tus dedos, a la reina del cielo. No necesitabas la luz de un gran escenario, te bastaba con la que ella te brindaba cada noche, acogiendote en su seno como si de una madre se tratara. Aquella que tú no llegaste a conocer y de la que solo heredaste unas zapatillas de ballet, a las que entregaste toda tu alma.

Y ahora, ellas se han ido. Con ellas desapareció tu magia, tu esencia, tus ansias de volar. Se marchó la bailarina de los ojos profundos, de la cara pálida, y los piececillos gastados. Se fue su sustento, su alma, lo que hacía latir su inocente y golpeado corazón.

Ahora deambula descalza por el mundo de los mortales, sin saber qué hacer, adónde ir, qué camino tomar...

Tal vez nunca llegue a acostumbrarse a dejar de bailar... o tal vez alguien, algún día, le regale unas zapatillas nuevas. Mientras tanto, ella seguirá mirando con envidia a las demás, encerrada en la cajita de música de alguna niña del lugar. Contemplando desde los sueños a aquellas que aún tienen alas para volar. Buscando su alma... en lo más profundo del mar.




Dedicado a todas aquellas que han sentido alguna vez lo que significa bailar, en especial a mis princesitas Marta e Inma. Con ellas he aprendido que no sirve de nada ejecutar bien un movimiento si éstos no salen directamente del corazón.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Entre la niebla...




Cuenta la leyenda que más allá de nuestro mundo, en los límites de lo real y lo irreal, allá donde el cielo se junta con el mar y el alba mezcla su primer albor con el último reflejo de la luna… existe una tierra donde todo es perfecto y puro, como en los principios de la Creación, y donde los sueños son realidades y las realidades, sueños. Es un mundo creado por y para los apartados de nuestra sociedad dominada por el poder y la ambición. Un mundo para los románticos, para los poetas, para los soñadores, para los intrépidos, para los espíritus libres, para los que creen en la magia, para los que lloran y sienten, para los que aún se emocionan escuchando una canción o leyendo alguna historia. Para los que no encuentran su lugar, para los que están solos, prisioneros, incapaces de reír. Cuentan que, al llegar allí, se sienten, al fin, libres y felices. Un lugar donde los niños juegan en las calles cuando hay tormenta, donde las hadas vuelan libres entre las nubes, donde los árboles cuentan cuentos y las casas no sirven para vivir. Donde la nieve cae en primavera, donde no secuestran los sueños, donde siempre hay alguien, simplemente, mirando al cielo.

Pero ese lugar, como todo en la vida, tenía un defecto: estaba inundado por una densa niebla que ocultaba la luz del sol. Un día, una niña le preguntó al más viejo del lugar por aquella circunstancia, a lo que éste respondió:

"La niebla son todas nuestras preocupaciones, todo lo que tememos, todo lo que no deseamos tener en nuestro corazón. Aquí los problemas no desaparecen, como todo el mundo cree, sino que se transforman. Salen de nosotros mismos para ocupar un lugar material en el mundo. Y es que parece que, lo que verdaderamente nos da miedo es lo desconocido, lo que tenemos dentro del alma. Y enfrentarte a ello es mucho más fácil cuando lo tienes delante. Nunca debemos olvidar que los problemas existen y que es algo que estamos destinados a sufrir. Pero si aprendes a convivir con el dolor, a tratarlo como algo sólido y real, puede que solo entonces comprendamos que nadie está exento de sufrir y que tarde o temprano, lo tendrás que experimentar. El resto de seres humanos viven en su burbuja perfecta, en su nave de cristal construida a base de dinero, pero con un sustento débil y fácilmente corrompible. No están preparados para el dolor. Y cuando les llega, no saben cómo afrontarlo. Tú tienes la suerte de haber encontrado el camino hasta aquí. Aprovéchalo, experimenta la tristeza, solo así valorarás la verdadera felicidad"

Cuando la niña regresó a su mundo, su mamá entró en su habitación y le dijo:
"Tu abuelito ha muerto"


16/09/2009

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Detalles

Siempre he tenido interés por los detalles. He llegado a considerar que aquello tan abstracto a lo que llamamos vulgarmente "recuerdos" está compuesto de pequeñas cosas, pequeños instantes que quedan para siempre tatuados en el corazón. Y existen dos tipos de recuerdos, los malos y los buenos. Éstos últimos son los detalles.

Contemplar las estrellas, tomarse una taza de chocolate caliente en invierno, la sonrisa de un amigo, coincidir tarareando la misma canción con otra persona que tienes al lado y que no conoces de nada, el abrazo en el momento justo, una carcajada, una poesía que te hace llorar, la mirada fugaz de un amor que nace, pasear en bicicleta, las luces de los focos cuando subes al escenario, bañarte en el mar, el contacto con unas manos más cálidas que las tuyas, tu canción favorita que suena de repente en la radio, la película de tu infancia que aparece por casualidad haciendo zaping, ponerte tu sudadera preferida y darte cuenta de lo mucho que huele a tí... Muy pocas personas tienen la capacidad de percibir la dulzura, la belleza y la espontaneidad de esos momentos, que suceden en décimas de segundo y que, sin embargo, duran para toda la eternidad. Esto es porque estamos muy acostumbrados a ellos.

Los detalles enriquecen nuestra vida con pequeñas dosis de felicidad. Y es que la felicidad no viene de golpe, como algunos creen. Y cuando viene de esta manera, cuidado, es malo. Porque la felicidad es tan fugaz como un azucarillo, y el ser humano, inconformista como nada. No existe la felicidad completa. Solo pequeños regalos que nos da nuestra existencia y que nos forman la memoria, los recuerdos, para volver a ellos en los momentos duros y tristes. Y si la primera vez que escuchas una canción está pasando algo a tu alrededor, siempre que la escuches te va a recordar a aquello. Continuamente, para bien o para mal. Porque las primeras veces siempre suelen ser las que más se recuerdan, puesto que la primera película que te emociona, el primer beso, el primer abrazo, la primera actuación, la primera sudadera o el primer amigo, crean un precedente que nunca se puede borrar. Y continuamente vas a vivir intentando superar aquel primer instante... pero nunca, nunca lo conseguirás, lo que te provocará vivir en un estado de insatisfacción continua o bien en simple resignación. Por este motivo, es ahora, en este momento de nuestras vidas, repleto de primeras veces y de primeros detalles, en el que hay que vivir esas pequeñas experiencias que, más tarde, recordaremos para siempre. Esa es la única buena herencia que podemos dejar en el mundo. Más allá de las posesiones materiales, los recuerdos que transmitamos, las anécdotas y las experiencias, ayudarán a posteriores generaciones a percibir mejor estos detalles.

Porque... ¿qué pasará cuando los detalles desaparezcan? ¿cuando todo se convierta en una rutina constante y nuestra vida parezca una continua repetición de algo que hemos vivido antes, pero que ahora lo sentimos con menor intensidad? Miedo, frustración, desesperación... o simple aburrimiento.




Y una vez más, volví a mirar aquel manto de estrellas, apoyando mi cabeza sobre su hombro, canturreando aquella vieja melodía, sonriendo, capturando aquel momento y archivándolo en mi memoria con el título "El mejor detalle de mi vida"

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sangre de Artista

El Artista sonríe.

Sonríe... y quiere
Quiere... y ama
Ama... y siente
Siente...  y transmite

Hace llorar y temblar con cada nota, con cada frase, con cada subida y con cada bajada. Con cada latido de su corazón. Porque todo lo que hace, lo hace con amor. Con empeño y con sentido, con trabajo y con corazón. Representamos la ilusión, la juventud, el talento y los sueños. A pesar de todas las trabas y a los muchos impresvistos.

Porque, al parecer, el mundo no se da cuenta de que nosotros nunca podremos ser buenos científicos, médicos, maestros, bomberos, ni astronautas, ni famosos del corazón...  nosotros solamente somos ARTISTAS, esa es nuestra profesión y lo que nos hace sentir bien. Nuestro trabajo no se encuentra en las oficinas, ni en las universidades... somos poetas, músicos, actores, bailarines, y nuestro lugar preferido es el escenario. Es ahí donde podemos ser nosotros mismos, sin necesidad de cohibirse, sin necesidad de censura. Es frente al público donde aparecen nuestras mejores armas.

Pero artista se es dentro y fuera del escenario. El mejor artista es aquel que, no solo hace arte, sino TRANSMITE, SIENTE y RESPIRA arte. El artista es observador, y percibe aquellas cosas que pasan desapercibidas por el resto del mundo. Y el artista se identifica porque marca la diferencia allá donde va. Camina, mira, piensa y siente de manera diferente. Porque todo el mundo puede aprender a cantar, a tocar, a bailar, a actuar... pero no todo el mundo tiene la mirada, la perseverancia, la humildad, la lucha constante y las ganas de aprender. En resumen, no todo el mundo tiene talento, ("enganche" que llaman en mi pueblo). Sí, es así, lo siento. Y no es egocentrismo. Tampoco es un sentimiento romántico que nos hace sentir continuamente incomprendidos, diferentes, atacados y especiales. Simplemente es la verdad. No todo el mundo puede transmitir, y no todo el mundo tiene la capacidad de emocionar, de hacer llorar. Y el buen artista hace vibrar y consigue tocar la fibra de aquellos corazones más duros, rotos, tristes y desvalidos. Pero somos artistas discriminados, en este mundo en el que solo se valora a aquellos que "inventan cosas", en el que la cultura está totalmente obsoleta y defenestrada, y que solo se tiene como "artistas" a cuatro mindundis que aparecen en la televisión, mientras que los verdaderos ARTISTAS se encuentran en la calle, buscando oportunidades. Pero sabemos que la calidad siempre vence, siempre aflora y siempre gana. Aunque no consigamos la fama, tampoco es el objetivo. Lo máximo a lo que aspiramos es a despertar aplausos y emociones. Ése es nuestro alimento y nuestro aliento.

Porque entre artistas, todo es posible. Soñaremos para siempre, dentro y fuera de los escenarios. Porque soñando se vive mejor, con soñadores se aprender a vivir y entre sueños construimos la ilusión de la vida.


 


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Libertad

Hay un tipo de seguridad que solo se tiene una vez en la vida. Esa seguridad se llama presentimiento. Pero no uno cualquiera, no. Un presentimiento de verdad, ese que te impulsa a pensar y a actuar de manera irracional, pero terriblemente satisfactoria. Las cosas pasan y yo sé por qué.

Bajo el cielo, en el mundo de los mortales, nada es casualidad. Algo te hace sentir, hay algo que te mueve el alma, no somos solamente un conjunto de huesos y músculos y un cerebro que piensa por nosotros.  Porque muchas veces no es la razón, sino el instinto, lo que te hace ser más fuerte, confiar en tí mismo... o, por el contrario, si fracasas, te hace derrumbarte y volver a renacer de tus cenizas. Si te equivocas no importa, porque son TUS equivocaciones. Y he decidido que no estoy dispuesta a que los demás dirijan mi vida con los consejitos de "te lo digo por experiencia" Y sí, es cierto. Ahora, odio los consejos, y la experiencia. Nunca más daré consejos porque detesto que me los den a mí. Nada ni nadie tiene derecho a darme consejos ¿para qué?... nadie conoce a alguien tan bien como se conoce a uno mismo... y nadie es capaz de saber lo que es bueno y lo que es malo para el que tiene al lado, mejor que lo que es bueno y lo malo para él. Siempre, claro está, que se tenga una madurez suficiente como para confiar en tus decisiones y en tus presentimientos. Nunca más hablaré de experiencia, porque si alguien ha tenido experiencia es porque ha actuado según su propio criterio y se lo han permitido, o porque la vida le ha guiado por caminos turbulentos y no les quedó otro remedio,  y si a mí no me dejan hacerlo y siguen intentando protegerme de la realidad, nunca podré tener experiencia y nunca podré conocer mis límites. Porque eso sí, yo no sé hasta dónde puedo llegar, no sé donde están mis extremos y limitaciones... pero lo poco que sé, es que lo sé mejor que los demás. Me conozco y sé como soy. Y nadie nunca podrá presumir de que me conoce tan bien como yo.


Así que deja de temer por mí. Quiero equivocarme. Deja de encadenarme en el corazón, abre la jaula y déjame volar. Me gustaría saber lo que se siente cuando se obedece a los impulsos. Me cansé de reprimir mis deseos, ahora actuaré... y sí, actuaré mal. Y sí, me equivocaré. Pero déjame equivocarme. Permíteme, por una vez, responder a la llamada de mis presentimientos. Quiero vivir el presente, dejar atrás el pasado y no pensar en mi futuro. Pase lo que pase, alguien escribió nuestro destino en las estrellas, y mi destino es estar allí. Y no creo que ni yo ni ningún ser humano, sea nadie para intentar cambiarlo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Lluvia...

Eran las cinco de la tarde de una fría tarde de invierno. Ella se dispuso, como cada día, dar su paseo habitual. Cogió su viejo chubasquero amarillo, se enfundó sus botas, se subió sobre su bicicleta y se puso el MP3. Su canción favorita comenzó a sonar de manera estridente en sus oídos. Abrió la puerta de la cochera. Llovía. Llovía muchísimo. Mejor. Se puso la capucha del chubasquero y se adentró en el diluvio.

Pedaleó, pedaleó con fuerza, como nunca lo había echo. Siempre que salía era para pasear tranquilamente, sola y sin que nadie la molestara, por algún paraje cercano a la ciudad. Pero hoy cambiaría su ruta. Su corazón se había despertado rebelde y con ganas de salir de la vida rutinaria y vacía que le provocaba su inexistencia interior. Por el camino, pensó en todo aquello que había callado, en lo que había reprimido dentro de sí misma durante tanto tiempo y que hoy, por fin, saldrá disparado hacia ese ÚNICO destinatario. Porque ella, tan extrovertida, tan abierta y transparente, nunca había guardado ningún secreto de sí misma. Más que nada, porque nunca supo cómo hacerlo. Siempre tuvo a su alrededor gente en la que confiaba y a la que contaba hasta lo más simple que le ocurría.

Pero llegó el día en el que se dió cuenta de algo... Algo que sentía y que la avergonzaba terriblemente. Algo que nunca creyó que podría surgir, pero que su alma le gritaba a gritos que estaba ocurriendo. Algo que la hacía sufrir, que le provocaba miedo y horror de sí misma. Y ese algo, lo guardó, lo escondió e intentó borrarlo definitivamente de su mente. Pero, después de mucho tiempo, se dió cuenta de que no podía seguir luchando contra su destino. Se cansó de guardar sus lágrimas en un sucio y mugroso vaso de cristal. En ese momento, le daba todo igual... ¿Y qué si sale mal? ¿Y qué si luego se arrepiente? ¿Y qué si se arriesga a perderlo todo? ¿Y qué si la gente dice que no es lo correcto? Llegan momentos en la vida en los que tienes que arriesgarte y tirarte a la piscina. Y ella lo estaba haciendo en ese preciso instante.

Para cuando llegó su destino, ya había anochecido. Aparcó la bicicleta y se echó mano al bolsillo. Todo seguía en orden. Se acercó a la casa y llamó al timbre. No quería irrumpir en mitad de la noche sin avisar. Había que ser educada. Además, ella sabía que no abriría nadie que no fuera Él. Últimamente, era muy dada a prevenir las cosas por puros instintos. Y, efectivamente, no falló.

Él apareció al otro lado de la estrecha puerta de madera. Su rostro pasó por diversas expresiones en muy pocos segundos. Primero, sorpresa, luego, alegría, después, terror, y por último... inexpresión.



 Ella le sonrió, metió la mano en su bolsillo, sacó el arma y disparó.












Y, una vez más, no falló.

Suena...

lunes, 25 de octubre de 2010

A lo lejos

Nada hay más peligroso que un sueño reprimido. Por eso, lo voy a cumplir.

Y me fui.

Cambió la época, cambió la vida y  cambió todo. Pero, al volver, esos tímidos ojos claros todavía seguían allí. Bien es cierto que ese muchachito pálido, desgarbado, de voz débil y rostro infantil ya no estaba. Ahora era otro diferente. Los violentos golpes del tiempo, de la vida, habían erosionado las rocas de su duro e impenetrable corazón. Pero conservaba ese atractivo especial, esa cara endiablada, esa mirada entreabierta que a duras penas dejaba pasar la luz para que ésta iluminara sus preciosos ojos. Así era su alma cuando le conocí. Un alma, un interior profundo y bello, pero que nunca dejaba ver por miedo a que se lo corrompieran. Se fabricó su propia coraza para no sufrir. Y contra ella me topé yo cuando intenté entrar en él.  Le miro, le observo de lejos, y sonrío al comprobar que, finalmente, alguien lo consiguió. Sí, sufrió. Por fin alguien encontró la llave, la tecla, la clave de ese endiablado, al que tanto amé Aunque intente aparentar indiferencia, ahora irradia una gran tristeza. Lo demuestra el rastro que las lágrimas dibujaron en su rostro, las arrugas del sufrimiento, el pelo alborotado, las manos apretadas... y el sonido acelerado y temeroso del latido de su corazón, alerta, como nunca lo estuvo conmigo, esperando a alguien.

Ella llegó. Él la besó. Y yo sentí que algo moría dentro de mí. Será la esperanza... o tal vez la angustia.
Necesitaba volver, saber que estaba bien, comprobar que sufre por amor, como toda persona normal. Hubiera sido una lástima que hubiera muerto sin tener esa experiencia. Sé que no queda mucho para que vuelva a reunirse conmigo. Le esperaré aquí arriba, desde donde se ve todo tan bien, a lo lejos, a distancia. Aquel fatídico día decidí estar aquí y esperarle hasta que viniera. Y ahora ha llegado el momento. Espero que me reconozca, al igual que yo lo he reconocido a él.



Al fin y al cabo, tampoco hemos cambiado tanto. Sólo que tú aún estás vivo, y yo no.








Nada hay más peligroso que un sueño reprimido. Por eso, lo voy a cumplir. Y si no puede ser en este mundo, será en otro.

lunes, 11 de octubre de 2010

Río abajo...

Bajo un manto de estrellas, sobre una barquita de madera y con los pensamientos dispersos por las aguas. Navego sin rumbo fijo desde hace tiempo. Dando vueltas y vueltas por los mismos límites de siempre. Río abajo, dos mundos se abren a mi paso.

Reconozco que el nuevo me llama, despierta mi curiosidad. Es arriesgado, impredecible, pero también oscuro y desconocido. Cuando lo miro echo en falta la claridad del antiguo, por el que tantas veces intenté pasar. Y es que todavía sigue ahí, asomando tímidamente sus ramas, como si de una planta agonizante se tratase. Tan perfecto, tan tentador, tan soñador como el primer día. Me llamó tanto la atención que ni siquiera me fijé que tenía otro al lado. Sigue ahí ese camino destinado a sentir mis pasos sobre su hierba, mi aliento sobre su aire, mis lágrimas sobre sus aguas..  pero que, sin embargo, resultó demasiado pesado y difícil para mí... o tal vez no me vio merecedora de conocer sus secretos. Sea como fuere, me desechó como un trapo viejo y me cambió por nuevos caminantes, jóvenes e inquietos, capaces de hacer cualquier cosa por conseguir un sueño. Porque eso es lo que le distingue del otro: los sueños... Es un mundo hecho para destruir soñadores. Les alienta, les tienta y, cuando creen que están a punto de conseguirlo, se desvanece y te vuelve a dejar perdido. El nuevo, en cambio, te enseña el mundo tal y como es. No engaña, no miente, no finje. Simplemente te ataca con verdades.

No me decido por uno. No por temor, sino porque creo que no es necesario elegir. Es posible que pueda vivir con ambos caminos a mis espaldas. La imposibilidad no existe para los locos. Tampoco la vergüenza, ni el miedo, ni el disparate. Sólo existe el ansia de felicidad, de conocer, de entregarse sin temor a aquello que piensas te conduce hasta el más eterno deseo del hombre: la inmortalidad.

Por eso escribo. Escribo para ser inmortal. Escribo para contarte que no quiero decidirme... que prefiero seguir dejando caer mis tímidas letras en la orilla, antes que destruirlas por completo y olvidarme de soñar. No me importa que me llames tonta o irresponsable. Es más, tal vez lo sea. Pero al menos, sé que aquí no conseguirán nunca borrarme la sonrisa. Y esa, al fin y al cabo, es la mayor responsabilidad que tengo en la vida.

http://www.youtube.com/watch?v=hVVSpA5kfHA

martes, 21 de septiembre de 2010

Un avance de... La Vida Es Sueño

Musical La Vida Es Sueño Acto I

1ºActo de la Adaptación del grupo de teatro Narea de la obra La Vida Es Sueño, proyecto en el que he tenido la suerte de participar y que ha sido una de las mejores experiencias de toda mi vida, tanto artísticas como personales.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Palabras desenterradas

Abro de nuevo el armario de mis historias... saco la pluma del cajón... y remuevo entre mis papeles para encontrar uno en blanco al que le interesen de nuevo mis pensamientos. Encuentro muchas cosas que me alegra volver a ver de nuevo... y también muchas otras a las que preferiría no volver a ver. Ahí estais vosotros... los de siempre... y gracias al cielo que continuais a mi lado y que no habéis cambiado. Pero también las preocupaciones, las tristezas, las lágrimas... y lo peor de todo, la rutina.
Una nueva vida se atisba al fondo del armario... o quizás sea mi vida de siempre que quedó enterrada y olvidada ahí hace unos meses y que ahora debo recuperar.

Ahora queda lo más difícil de encontrar... las palabras adecuadas que puedan explicarte y explicarme por qué me cuesta tanto empezar de nuevo. Tal vez sea porque este sueño ha durado tanto que me resisto a despertar. Realmente, no ha sido un verano corriente, pues no es algo normal encontrar una ocupación echa a tu medida y también a treinta personas echas a tu medida. No menosprecio mi vida real. Al contrario, la valoro mucho más ahora que la he recuperado. Pero despertar de golpe ha sido duro y aún no me acostumbro. Lo mejor de todo será cuando consiga darme cuenta de que no ha sido sueño, sino realidad... aunque, paradójicamente, ni yo misma distinga cada cosa, a pesar de todas las vueltas que le hemos dado al "temita" este verano.

Vuelve mi vida, vuelven mis sueños y vuelven mis palabras a este mi pequeño rincón de historias. Quizás algún día vuelva a desaparecer... si lo hago, ya sabéis donde buscarme: en Polonia, sobre un hipogrifo, buscando venganza y recitando "La vida es sueño" de Calderón en algún pueblecito perdido de La Mancha... preguntad por Rosaura.


¿Qué es la vida? Un frenesí
¿Qué es la vida? Una ilusión
Una sombra, una ficción
Y el mayor bien es pequeño
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son

sábado, 31 de julio de 2010

La Vida Es Sueño 2010

Sueños son todas esas noches de césped

Sueños son las risas (los ataques de risa en mi caso)

Sueños son los duros ensayos (y meterse en la cabeza el puñetero verso)

Sueños son las canciones que tanto nos costaron sacar (y las letras que nunca cuadraban)

Sueños son los trapicheos de habitaciones a las tantas de la madrugada (y los debates de cama en cama)

Sueños son los despertares en una habitación que no es la tuya... (8:00 a.m. uuuhhh... pero si esta no es mi
habitación... ale chicas, buenas noches xD)

Sueña la que se sube a la silla el primer día y empieza a contar su vida porque le da la gana... (me llamo tamara y me gusta el teatro xD)

Sueño es el secuestro y posterior bajada al -2 a descubrir una nueva dimensión (y doscientas mil escaleras más)

Sueños son esas dos noches en la nave de torralba, ensayando hasta las tantas con los puñeteros micros, con las caídas de la silla de la pianista... y con tantas meteduras de pata (Viivaaa nuestra libeeertaaaad)

Sueño es la ultima noche que pasamos todos juntos, entre la sala de televisión y el -2

Sueño es formar parte de LA VIDA ES SUEÑO

Y Sueño es, sin duda, el haberos conocido a todos...

Y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende

¿Qué es la vida? Un frenesí
¿Qué es la vida? Una ilusión
Una sombra, una ficción
Y el mayor bien es pequeño
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son
GRACIAS

miércoles, 14 de julio de 2010

GRACIAS



Por dar color rojigualda a nuestra vida

Por devolvernos la ilusión

Por hacernos llorar, gritar, sufrir...

Por regalarnos la mejor tarde de domingo que puede existir

Por vuestro coraje, vuestra calidad, vuestra forma de ser

Pero sobretodo, gracias por volver a hacernos sentir orgullosos de que esos "chiquitajos" que juegan tan bien, sean paisanos nuestros y defiendan nuestra camiseta

FELICIDADES CAMPEONES!!!

Posdata:

Gracias, Fernando, por hacernos presentes en la fiesta, una vez más. =)

domingo, 11 de julio de 2010

PODEIS!!!!


Hagamos que esta imagen se repita de nuevo

Solo vale GANAR

Lo esperan 46 millones de personas

Es nuestro momento

Que triunfe el fútbol

A POR ELLOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

martes, 6 de julio de 2010

Felicidades Brotheeer!!!



“Toma este barco que se hunde y llévalo a buen puerto”  Once
Al fin y al cabo, en esto consiste la amistad ¿no?
Debes saber que cada vez que te caigas, siempre estaré para ayudarte a navegar por los cielos de nuevo
Que cada vez que te sientas solo… puedes gritar mi nombre… porque nunca te faltaré
Por mucho que pasen los años… y nos hagamos viejos… y creemos nuestras propias familias
La amistad, cuando es verdadera, nunca se pierde
Perdurará incluso después de que nuestros cuerpos se conviertan en ceniza
Porque siempre quedarán nuestras historias, nuestras palabras
Las confidencias, los conciertos, las actuaciones, los viajes, las llamadas interminables
Y las risas…
Las lágrimas derramadas forjarán nuestra leyenda, pues no es más fuerte el que no llora, sino más discreto
Es tan difícil ser diferente… muchos no llegan nunca a comprender los secretos que  esconden las miradas, las sonrisas, las palabras… y mueren tan vacíos como nacieron
Pero tú tienes el poder de encontrar la magia en las más pequeñas cosas de la vida
No renuncies nunca a tus sueños, pues son esos los que te hacen especial
No pierdas la ilusión que te trajo hasta aquí… aún queda tanto camino por recorrer…
Pero será más fácil si saben que no estás solo… no estamos solos.
Y eso, amigo mío, es algo que no puede decir todo el mundo
Firmado
AMIGA INVISIBLE

P.D. Supongo que este texto te sonará de algo, pero no lo había puesto aquí y no tengo tiempo de escribir nada nuevo, lo siento jaja. Felicidades Bro!!

viernes, 2 de julio de 2010

Ella...

Ella...

Que se levanta cada día
con la felicidad por bandera
olvidando las dificultades,
el ahogo, el estrés y la pena


Ella...

Que vive por y para su familia
Que nunca cesa la lucha
Ella que vence las batallas
Ella que siempre escucha

Ella...

La más intrépida guerrera
A la que nunca la vida venció
La que rompió las barreras
De la fuerza y del amor

Ella que sueña,
Ella que ama
Ella que vive
Ella que calma


Madre ejemplar
Hija ideal
Princesa singular
Amiga leal


La más noble de las mujeres
La luz del sol en primavera
La más auténtica de las estrellas
La que ocupa mi alma entera

Y en ocasiones, pregunto al cielo
por qué merezco tener a mi lado
a este corazón tan tierno
tan comprensivo y tan claro.

Sea como sea, lo que sí sé
Es que, si fue un regalo
Que no me lo quiten nunca
Porque no sabré vivir sin él


Gracias madre, por tu paciencia
Por tu apoyo, por tu tesón
Por tu fuerza, por tu inocencia
Y sobretodo, por tu constancia y por tu amor.



Felicidades, mamá ;)

jueves, 24 de junio de 2010

Soñando lo imposible

Voy a buscar en los sueños la respuesta a lo que siento.

La realidad se contamina, se ensucia por la influencia del ser humano.
Sin embargo, en lo más profundo de mí, existe un lugar donde no puedo mentir. Y una persona a la que no puedo engañar: a mí misma.

No me mires así. No me reproches nada. 
Estoy cansada de ser una máquina de complacer a los demás.
Me miro y me encuentro
Doblegada a tus ojos
Apresada en tu cuello
Asustada por tus palabras
Loca por tu locura

Y llorando sola por las esquinas de mi maltrecho corazón. 

Cuando me busques, sabes que no me encontrarás. Porque ya no estaré. Me habré marchado a las estrellas a contemplar otros planetas.  A navegar por otras aguas. A mirar por otros ojos. A erizar otros cabellos.

Lo intentamos. Lo intenté. No se pudo.
Ya no importa. Perdimos a la mitad la lucha. Antes incluso de empezar la guerra.

Atrás quedan aquellas tardes, aquellas noches, aquellas mágicas lunas.

Sabes que no me gustan las despedidas.
Por eso esto no será un adiós.
Será más bien una bienvenida.
Al olvido. A la tranquilidad. A la soledad.
A una vida más triste, pero más sana.
Bienvenida a un sufrimiento, tal vez duradero, tal vez pasajero.

Sólo me queda soñar. Soñar en la imposibilidad de encontrar otros sentidos. Otra mirada. Otro corazón. Caminar cogida de otra mano. Y hacia otro horizonte.

Sube de nuevo la luz de la luna y se escucha el aullido de un lobo... en la más profunda oscuridad de la eterna y cruel noche.



Ahora toca mirar hacia la brillante luz del sol. Porque, al fin y al cabo, los sueños son deseos... Deseos de cosas imposibles.

jueves, 17 de junio de 2010

Nada es lo que parece en la caverna



Hay algo más allá de lo que vemos... Más allá de las sombras de la caverna.

Algo detrás del escenario. Entre los bastidores. Vestuario, maquillaje, música, decorados, luces... nervios.Muchos procesos que pasan hasta llegar a "preparar" un espectáculo.
Sólo en teoría, porque en realidad, nada se prepara. Todo se improvisa. Nunca dices nada como tenías pensado decirlo. Al contrario, lo dices como lo sientes en ese preciso momento.

Porque eso es lo que más vale, sentir todo lo que haces. Y hacer con la misma ilusión y el mismo interés todo lo que te toca representar. Aunque sea un filósofo griego, viejo y tremendamente enrevesado al hablar. Supongo que eso es lo que hacen los actores.

He pasado todos los años de mi vida tras ese telón. Al final, terminas teniendolo como tu casa.  Y aprendes, como el prisionero de la caverna, a mirarlo todo con otros ojos. Porque no es lo que sale al final a escena. No son las tres o cuatro personas que se lucen haciendo un gran papel y reciben los aplausos del público.

Gracias a todos los que nos habéis ayudado. Los lazos de cariño que une el escenario,  son totalmente diferentes a todo. Gracias a los "teloneros". A las maravillosas prisioneras. A las bailarinas increíblemente profesionales. A mi niña del Power Point y jefa de sonido e iluminación, a la que no sacamos a saludar ¬¬. Y a mi querido Glaucón, por nuestro primer papel juntos. Tus breves pero intensas frases eran imprescindibles.

Esto es solamente el principio de una gran generación de actores, de artistas, y de personas. ¡Sin duda!

miércoles, 16 de junio de 2010

Cuídate... y sonríe

Hoy vengo a hablarte, amiga

Pero no tengo nada que decirte

Solamente escucha:

¿Lo oyes? Es el latido de mi corazón. Aterrorizado, acelerado y maldito. Color rojo oscuro en mi sangre, que empieza a fluir con dificultad.
Toca
¿Lo sientes? Es el miedo, que aploma mis sentidos. Es el temblor de mis manos, esas que tanto te han abrazado, y que ahora desprenden la agitación de mi alma.
Mira
¿Lo ves? Son mis ojos. Es el rostro de la impotencia. El brillo de la angustia. El movimiento de mis labios pálidos, que emiten, sin ningún sonido, el dolor.
Olfatea
¿Lo hueles? Es el aroma de las palabras. Es el perfume de la muerte. Es la esencia de la inutilidad. Es el olor a flor manchada por la pena.
Prueba
¿Lo saboreas? Es la lengua de las malas noticias. Es el sabor seco y áspero de las lágrimas, lluvia de dolor. Es el paladar de la tristeza, la degustación de la soledad.

Todo por unas palabras. Noticias que retumban en mi cabeza.
Y que aún, afortunadamente, no han sucedido.


Aún así, mira a tu alrededor. No, a ese alrededor no, niña idiota.
A tu alrededor de siempre. O más bien, mira a aquellos que están siempre ahí. Y que no podrían vivir sin tí.Piensa en las sonrisas que despiertas cada día, en las ilusiones que alimentas, en las vidas que llenas. Recuerda todo lo que te ha costado llegar hasta aquí.

Aparta el egoísmo. La facilidad. Opta por lo difícil: seguir adelante. Deja las lágrimas a un lado. Al menos sabes que no estás sola.

Pero no hagas sufrir los cincos sentidos de aquellos que te quieren.

Porque un sabio me dijo una vez... si eres importante para alguien... cuídate... y sonríe.  :)

miércoles, 9 de junio de 2010

Los Puentes de Madison



-No es humano no sentirse solo... y no es humano no sentir miedo... ¡eres un hipócrita y un falso!
-No quiero necesitarte
-¿Por qué?
-Porque no puedo tenerte
(...)
-¿Qué hace que sea diferente, Robert?
-Verás... cuando pienso en por qué hago fotos... la única razón que se me ocurre, es que me parece que he estado viajando hacia aquí. Y ahora me parece, que todo lo que he echo en mi vida me ha estado conduciendo hacia tí... y si tengo que pensar que mañana me iré... sin tí... 
(...)
-Empezaré a culpar el quererte por  lo mucho que duele. Y entonces, incluso estos cuatro maravillosos días... solo me parecerán algo sórdido y una equivocación
-Francesca... ¿crees que lo que nos ha pasado... le pasa a cualquiera? Lo que sentimos el uno por el otro... ahora puede decirse que ya no somos dos personas, sino una sola... y algunas personas se pasan la vida buscando eso sin encontrarlo y otras ni siquieran creen que exista
(...)
-Solo lo diré una vez... no lo había dicho nunca... pero esta clase de certeza solo se presenta una vez en la vida.


Los Puentes de Madison
Clin Eastwood & Meryl Strepp

Posiblemente, en mi modesta opinión, la película más romántica que se haya hecho nunca. Por encima de cualquier Titanic, Diario de Noa o Romeo y Julieta... No son protagonistas jóvenes y guapos, no termina en boda, ni tampoco en muerte. Pero la sensibilidad de la historia y de los actores, consigue traspasar la pantalla y se cuela directamente en nuestros corazones. La escena de la lluvia te hace un nudo en la garganta y se te queda grabada para siempre en la memoria. Y, por supuesto, lloras. Lloras mucho. Incluso aquel que nunca lo hace.

Imprescindible en la filmoteca de todo seguidor del cine y especialmente, de todo buen romántico.

domingo, 6 de junio de 2010

Sentimientos en papel mojado

Mira la noche... contempla las estrellas... ¿te imaginas caminar por aquel camino sin senda? 
¿viajar a nuestro lugar favorito sin necesidad de volver en una fecha?

¿Huir, simplemente huir? Con la música al hombro, con la mente perdida. Y nuestros pies danzando sobre las piedras.
Corre, corre a mi lado y nada más
¿Alguna vez has soñado un momento tan perfecto como este?
Me tiendes tu mano
Te sigo sin pensármelo
Sabes que lo haría hasta el final del universo... hasta el final de mi vida.
TÚ eres mi mitad



Porque.. ¿Qué se hace cuando todas las palabras conducen a un mismo destino?
¿Fingir que no son tuyas?

Pero... ¡qué demonios!

Estoy harta de evitar verme.
De sufrir sin razón, de llorar a escondidas.
De ahogar los latidos marchitos de mi corazón.
Alzo la vista y me rebelo.
Por primera vez, el reflejo del agua me devuelve mi verdadera imagen.
Tiraré la máscara al río.  Contigo.
Porque estoy cansada de ser políticamente correcta...

Ahora, no seré yo la que tenga pesadillas.

jueves, 3 de junio de 2010

Te acompaño

Qué difícil es ser madre...

Cuando es un bebé, tienes que estar siempre pendiente de él. Cómo come, cuándo respira, dónde hace sus necesidades, qué le duele, por qué llora... Le compras todo, le permites todos los caprichos y tienes que emplear una tarde entera y buscarte las mañas para que no te escupa la papilla en la cara... que si el avión, que si esta por la abuelita, que si el nuevo Action Man... etc. Ves cómo da sus primeros pasos, cómo te agarra con sus pequeñas manitas para no caerse, cuáles son sus primeras palabras... Y deseas protegerle, siempre, por encima de todo.



Pasa el tiempo. Mucho más rápido de lo que tu querrías, sin duda. Al crecer, ya no te pide biberones ni juguetes. Te pide consejos. Y tú intentas darle lo mejor que tienes, le dices las mejores palabras, labradas en tantos años de experiencia, pero también sientes impotencia. Ahora no estás pendiente de que no se haga "pipí" encima. Es mucho peor. Estas atenta de sus notas, de sus problemas cada vez más adultos, de sus compañías... Es un ser humano, TÚ ser humano, arrojado al mundo sin compasión, y que cada vez es más independiente. En su personalidad, es como un retroceso a la más tierna infancia: habla poco y llora mucho. Pero ahora no lo hace sobre tu hombro, de manera escandalosa. Ahora llora solo, o se refugia en otros brazos que no son los tuyos. Él dice que todo va bien. Cree que puede engañarte, pero tú te das cuenta de cada detalle, de cada lágrima y de cada golpe que pasa por su corazón. Siempre será así. Ya no te pide consejos, no porque no los necesite, sino más bien, porque no sabe en qué va a poder ayudarle esa mujer ignorante que tanto le "come el tarro".  

Ahora, por fin, se ha echo mayor. Cada día que pasa tiene que enfrentarse a todo aquello de lo que tú siempre le has querido proteger: la envidia, el dolor, las depresiones, las traiciones, el desamor... Tú le abrazas lo más fuerte que puedes e intentas con todas tus fuerzas volver a meterle en tu vientre, protegido, cálido, seguro, como había estado hasta hace muy poquito. Pero ya no puedes hacer nada. Se faja de tí como si fueras una muñequita de porcelana. Ahora es mucho más fuerte que tú. Es inevitable que vuele, que salga, que sufra... y que se enamore.

Y a lo mejor ella no es lo que tú soñabas para él. En lo más profundo de tu corazón de madre, sientes que no es buena, que traerá problemas, que le hará sufrir, que es un niño todavía y que no sabe lo que quiere... Pero, a pesar de todo, de un primer momento de rechazo, de angustia y de desconfianza, pasa el tiempo y piensas que es posible que estés equivocada, que a lo mejor no le irá tan mal. Rezas porque así sea. Y si desgraciadamente las cosas no salen bien, que sea porque él ha tomado su propia decisión, su propio camino. Ahora es el momento de dejarle volar. Te lo lleva pidiendo a gritos mucho tiempo. Sabes que si toma una decisión desacertada influido por tí y se equivoca, jamás te lo perdonaría. Y tú tampoco te lo perdonarías.

Así que apártate, mantente al márgen y ayúdale. Tal vez solo necesite, como él dice, un voto de confianza.

sábado, 29 de mayo de 2010

Caminante del tiempo

Antes...

Caminabas por el cielo de la infancia
Tocabas las estrellas con tus dedos
Las robabas a hurtadillas al cielo
En ellas escribías todos tus deseos

Nunca llegabas a casa triste o malhumorada
Te manchabas de barro y no pasaba nada
No temías llorar, ni tampoco sacar tus alas
Eras auténtica, tierna y amada.

No mirabas tu reflejo en los escaparates
Ni te peinabas antes de salir de casa
¿Qué ha pasado de esa niña que nunca se cansaba?
La ha devorado el tiempo que pasa

Buscabas mil formas a las nubes
Y creías que las hadas dormían en la luna
No mirabas el reloj
Daba igual que fueran las tres, las dos o la una.


¿Qué ha sido de ese corazón que tanta vida guardaba?
¿De tantos sueños, de tantas ganas?
¿Quién se ha comido tu risa, que tantas penas quitaba?
¿Quién ha llenado a tus muñecas de canas?

Ahora...


Caminas por un suelo cada vez más difícil
Por una tierra cada vez más reseca y árida
Te enfrentas a los astutos acechos de las trampas
Tus pies se queman en la arena cálida

Y ya no puedes mirar atrás
Sigues buscando metas de telarañas
Pensativa, cabizbaja y solitaria
Ni siquiera la desgracia te acompaña

De pronto...

Una mirada al horizonte...
Algo asoma a través del claro monte...
Algo hierbe...
Suena...
Truena...
Rueda...
Susurro...
Murmullo...
Destello...


Es aquello que buscabas...
Otro camino soñador...
Otro corazón caminante...
Otro para caminar contigo.

Y más allá, solo queda el vacío.

Ven conmigo, amigo

Tal vez ya sea el final... o tal vez no.

Pero queda tanto por hacer...

domingo, 23 de mayo de 2010

Aunque no te pueda ver

Si ayer tuviste un día gris:
Tranquila, yo haré canciones para ver
Si así consigo hacerte sonreír.
Si lo que quieres es huir,
Camina, yo haré canciones para ver
Si así consigo fuerzas pa' vivir.
No tengo más motivos para darte
Que este miedo que me da
El no volver a verte nunca más...
Creo ver la lluvia caer, en mi ventana te veo,
Pero no está lloviendo,
No es más que un reflejo de mi pensamiento,
Hoy te echo de menos... yo sólo quiero hacerte saber,
Amiga, estés donde estés,
Que si te falta el aliento, yo te lo daré
Y si te sientes sola, háblame,
Que te estaré escuchando aunque no te pueda ver,
Aunque no te pueda ver...
De tantas cosas que perdí, diría
Que sólo guardo lo que fue
Mágico tiempo que nació un abril...
Miradas tristes sobre mí se anidan
Y se hacen parte de mi piel,
Ahora siempre llueve, porque estoy sin ti...
No tengo más motivos para darte que esta fría soledad,
Que necesito darte tantas cosas más...
Creo ver la lluvia caer, en mi ventana te veo,
Pero no está lloviendo,
No es más que un reflejo de mi pensamiento,
Hoy te echo de menos... yo sólo quiero hacerte saber,
Amiga, estés donde estés,
Que si te falta el aliento, yo te lo daré
Y si te sientes sola, háblame,
Que te estaré escuchando aunque no te pueda ver,
Aunque no te pueda ver...
Alex Ubago

sábado, 15 de mayo de 2010

Historias bajo un almendro


Él estaba demasiado ocupado... siempre lo estaba

Daba igual la hora, o el día... nunca lo pillaba a solas, aburrido o entristecido... Su sonrisa era su característica principal. Me había dado cuenta de que se podía vislumbrar el mundo a través de ella. Un mundo tan diferente pero a la vez tan parecido al mío. 

Sabía que no habíamos vivido lo mismo, ni en las mismas circunstancias, y que nuestro carácter se había forjado de acuerdo al ambiente en el que habíamos crecido. Éramos dos almas opuestas desde el principio, una pareja fuera de lo normal. Y sin embargo, nos complementábamos a la perfección. Un día, en una de esas conversaciones que teníamos en nuestros largos paseos en bici, yo le preguntaba:
-Ted... ¿Crees que puede surgir la amistad entre una mariposa inquieta y un sapo observador?
-Sí- me respondía, con sus habitual sonrisa pícara. Y era entonces cuando me miraba de aquella manera que solo él sabía hacerlo, indagando en el interior de mi corazón, aquel corazón que conocía tan bien. No temía utilizar metáforas con él, las pillaba mucho antes de que yo las terminara de decir. Yo creo que los dos hemos pensado siempre lo mismo. Así que, tal vez no fuéramos tan diferentes...

Nunca amé a nadie como amé a aquel muchacho. El cariño que le tenía sobrepasaba todos los límites. Ni siquiera la palabra AMOR abarcaba todo lo que yo sentía por él. Era cálido como un primaveral rayo de sol, y sus palabras conseguían curar, en ocasiones, mi corazón roto y cansado de luchar. Pero yo le necesitaba a cada hora, a cada instante.Y él... él estaba siempre ocupado.

Nos echábamos sobre el césped y escribíamos historias en las nubes, como dos poetas, rebeldes y aburridos del lápiz y del papel. No soñábamos, hacíamos planes. No hablábamos, intercambiabamos palabras. Ni siquiera éramos novios. Sólo dos amigos, cansados de la vida, del amor y de los sueños imposibles. Reíamos mucho y, de vez en cuando, yo lloraba. Y digo yo lloraba porque él nunca lo hacía. Increíblemente, en tres años nunca le ví derramar una sola lágrima. Yo le preguntaba el por qué nunca estaba triste, pero el siempre decía que el no llorar no significa no sentir tristeza. Y tampoco es, ni mucho menos, signo de valentía. Tal vez, más bien, de debilidad. Pero él sonreía porque sabía que con ello hacía feliz a la gente. Y era cierto. Me hizo prometerle que yo también lo haría a lo largo de mi vida...y yo le pedí, a cambio, que le contara nuestras historias al mundo y que después, volviera al mismo lugar, debajo de aquel almendro, para que no me sintiera nunca sola.



Han pasado muchos años. No sé ni siquiera el por qué recuerdo ahora esto. Tal vez porque sé que llega el final de mi vida, y me viene a la memoria todo aquello que he perdido por culpa de ese monstruo que es el tiempo. Aún recuerdo aquellos dos pequeños ojos oscuros, aquel pelo castaño, tan claro como su corazón... y aquella sonrisa sincera que tanto me hizo volar. Siento todavía el olor a hierba, la brisa del viento, la caricia del sol... en aquellas intensas y breves tardes que renovaron nuestras vidas. Me veo muy cambiada a como yo era entonces. He pasado por muchas dificultades, como todo el mundo. Pero si de algo me siento orgullosa es de que siempre lo he afrontado todo con una sonrisa en los labios, tal y como le prometí. 

Me pregunto si él habrá conseguido también mantener su promesa... Por si acaso, le seguiré esperando aquí mismo, debajo de este viejo almendro, al menos el tiempo que me permita la vida.



Alice Poppy murió aquella misma tarde, el 27 de octubre de 1987, en el mismo lugar donde escribió sus últimas palabras. Esta carta llegó a manos de Ted Doyle un mes después. Él, que se había convertido en un famoso escritor de literatura juvenil, introdujo la carta de su amiga Alice en una de sus historias. Antes de morir, pidió que le enterraran bajo aquel almendro, donde ella llevaba tantos años esperándole. Y, asombrosamente, su amiga todavía seguía allí.

jueves, 13 de mayo de 2010

Motivos de un sentimiento...

No se le buscan motivos a los sentimientos... Siempre se ha dicho que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Pero hoy, en 5 minutos, ambos han coincidido.

5 minutos...

5 minutos que cambiaron la historia

No se trata de fútbol... ni de deporte... ni siquiera se trata de un equipo...

Es otra cosa... un estilo de vida, tal vez.



En 5 minutos despierta Neptuno. Y se inunda el Manzanares. Porque, en esos 5 minutos, se derraman todas las lágrimas... pero esta vez, por fin, después de tanto tiempo, son de felicidad... No se llora  por el triunfo. Se llora por todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí. Por el año en el descenso, por los años en tierra de nadie, por las humillaciones. Se llora por todos aquellos que los hemos apoyado desde que nacimos y por lo que hemos sufrido. Se llora por las miles de personas que los apoyaron en vida y que ahora también lloran desde arriba. Se llora por los niños que, por fin hoy, han entendido el por qué somos del Atleti. Se llora por los miles de corazones que botaron al unísono. Por las millones de gargantas que gritaron a la vez y por aquellas que ni siquiera pudieron articular sonido de la emoción.



En 5 minutos, un uruguayo rubio hizo subir los decibelios y temblar el mundo. Y empiezan a salir, desde cada rincón del planeta, millones de atléticos que llevaban mucho tiempo escondidos. Otros, que nunca nos hemos ocultado, sonreímos al ver que no estábamos tan solos como parecía.


En 5 minutos, doce mil bufandas rozan el cielo de Hamburgo.

Esas doce mil almas con los colores rojo y blanco tatuados a la espalda, que desafiaron al volcán, y a lo que hiciera falta, para poder volar al cielo europeo de nuevo. Y todos los que nos quedamos en casa, creamos en nuestro corazón un pequeño Hamburgo, para poder sentir de cerca el coraje, la garra, el arte... en definitiva, el Atleti. Un corazón rojiblanco que bombea acelerado por la ilusión, por el sentimiento, por la emoción...

Esta noche, Hamburgo es rojiblanca. Madrid es rojiblanca. España es rojiblanca.

Y yo no puedo evitar que se me escape alguna lágrima. Y que recuerde la primera vez que escuché la palabra Atleti. Y a la persona que me lo dijo. Y que ya no está aquí para poder gritar conmigo. Pero yo lloro de alegría, porque sé que hoy, gracias a él y a otros muchos más, el cielo, también es rojiblanco.



Y sí, esa de ahí, soy yo xD

miércoles, 5 de mayo de 2010

La muñeca de la cajita de música


Había una vez, hace algún tiempo, en un pequeño pueblecito austriaco, una niña a la que le encantaba bailar. Su mayor sueño era poder actuar en los escenarios más lujosos y famosos del mundo y que su talento fuera reconocido y admirado por todos. Sin embargo, era muy pobre y su familia no podía permitirse pagarle una academia. Trabajaba como bailarina en un circo, para ganarse la vida y ayudar a su familia, pero esto a ella no le hacía feliz.

Un día, en una de sus funciones, un joven rico y poderoso del lugar, se fijó en la muchacha y se enamoró de ella. Este hombre era perverso y se decía que dominaba la magia negra. Pero prometió a la niña pagarle unos estudios de danza si se casaba con él y ella, tan desesperada y deseosa estaba por bailar, que aceptó. Así fue como la niña, con 15 años, se encontró casada con aquel hombre, que cumplió su promesa, y le consiguió una plaza en una prestigiosa academia de baile.  Después de algunos años de mucho esfuerzo y dedicación, la niña cumplió su sueño. Se convirtió en una de las bailarinas más conocidas y admiradas del planeta. Bailó en todos los grandes escenarios: Moscú, París, Milán, Viena... trabajó en las mejores compañías y con los mejores coreógrafos y su fama se extendió por todo el mundo... era, sin duda, todo cuanto ella había deseado.

Pero un día, esta niña inocente y soñadora, se convirtió en una persona egoísta y vanidosa. La fama la cegó. Solo era capaz de amarse a sí misma. Odiaba y criticaba a todo aquel que no la adorase y admirase. Pensó que ya no necesitaba a nada ni a nadie para ser feliz, así que olvidó a su familia y apartó a sus amigos. Se convirtió en una joven tan irritable que perdió a todas las personas que la habían querido, y quedó totalmente sola. Cuando vio que sus ganancias eran suficientes como para ser totalmente independiente, abandonó también a su marido. Pero éste, al que tanto le había costado conquistar el amor de la joven, no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácilmente. Le insistió y le suplicó que no lo dejara, pero la niña ansiaba la libertad y no le escuchó. El hombre, sumido en un ataque de celos y de impotencia, decidió utilizar su magia para aplicarle un castigo ejemplar: la convirtió en muñeca y la condenó a una existencia triste y desoladora en el interior de una cajita de música. Sólo le concedió una pequeña tregua: podía salir de la caja todas las noches de luna llena, para que, desde su mesilla de noche, el brujo pudiera seguir contemplando a aquella muchacha a la que él tanto amaba.

Pues bien...esa muñeca... esa niña... soy yo. Yo soy aquella joven codiciosa, castigada por su vanidad, a un brutal y atroz destino. Yo soy aquella muchacha que cumplió su sueño y perdió todo por ambicionar demasiado.

Yo soy la muñeca prisionera.

Mi corazón, antes joven y vivo, está ahora triste, viejo y cansado. Mi único consuelo son estas noches de luna llena en las que, como hoy, escapo de la caja y bailo bajo luz de las estrellas... para recordar viejos tiempos...
Sin embargo, al ponerse el sol, volveré a mi cárcel, a mi condena.... a dar vueltas y vueltas en una cajita de música... donde seguiré bailando...durante toda la eternidad....

viernes, 23 de abril de 2010

Feliz cumpleaños...


Han pasado muchos años... demasiados, quizá... ocho, para ser exactos. 

Ocho años que explican por qué hoy, 22 de abril de 2010, me cuesta tanto esbozar una sonrisa. Algo extraño barrunta mi corazón, algo ronda mi cabeza, un abismo de tristeza me hace un nudo en el estómago, cuando miro el calendario. Hoy cumplimos ocho años... ocho años sin felicitarte... ocho años sin tí.

El séptimo año sin poder ir corriendo a despertarte, antes de que te marcharas a trabajar, y poder comerte a besos, abrazarte y decirte... ¡¡¡Feliz cumpleaños!!!

Aún recuerdo el último 22 de abril que pasé contigo... no fue el mejor, desde luego. Las señales de tu enfermedad iban haciendo estragos en tí, aunque tú intentaras fingir que todo iba bien. Aún así, lo celebramos con nuestro ánimo habitual. Nada en mi cabeza infantil de niña de 10 años, me hacía pensar que sería tu último cumpleaños. Nadie lo pensaba, en realidad. Seguramente, ni siquiera tú. Tal vez, si lo hubieramos sabido, habríamos saboreado más aquel momento y los recuerdos en mi mente serían mucho más definidos. Pero lo más seguro es que, de haber sabido que nunca volverías a cumplir años, ese día no habría sido igual. Y al fin y al cabo, ser feliz, al menos durante el poco tiempo que vivimos, es lo único que importa, aunque sea ignorando nuestro destino.

Hoy escribo por tantas bromas,por tantas caricias, sonrisas, palabras... y por aquellos bonitos recuerdos que, por desgracia, ya voy perdiendo.

Hoy escribo por todas aquellas familias afortunadas, que viven tranquilos y felices, como vivíamos nosotros, sin ser conscientes (como tampoco nosotros lo éramos) de su increíble suerte. Escribo por estos padres que tienen la oportunidad de celebrar su cumpleaños rodeado de sus hijos, de su mujer, de su familia.Y escribo por sus hijos, que consideran este hecho algo totalmente "normal" .
Y más que nunca en este día, pienso que tú nunca tuviste la oportunidad de cumplir 38 años, ni 39, ni 40...

Pero, sobretodo, hoy te escribo a tí, y te escribo para felicitarte. No sólo porque hace 45 años, que, en un día como hoy, llegaste al mundo...
Te escribo para decirte que, aunque no estés aquí, y a pesar de que suena a tópico de niña que quiere consolarse con algo que le de sentido a su vida, sé que sigues ayudándome y sigues estando presente en nuestras vidas.
En mi vida.

Porque sigo viéndote en cada paso que doy, en cada decisión, en cada día triste y, sobretodo, en cada día feliz....Sigo sintiéndote actuar a través de mis manos, de hablar a través de mis labios, de escribir a través de mis dedos...

Sé que no has podido vivir conmigo mi adolescencia... Me hubiera gustado saber qué se siente al sentirse regañada por tí en alguna de mis muchas estupideces cometidas en estos años.

Y me encantaría que conocieras mi vida de ahora... Hago todo lo que me gusta y lo hago con la gente a la que quiero. Toda mi familia se desvive por mí. Y mis amigos son increíbles. Ojalá pudiera hablarte más de ellos... pero son personas a las que hay que conocer para ser consciente de lo importantes que son para mí.  Verdaderamente, puedo decir que hay mucha gente que me quiere. Pero, a veces, desconocen lo que necesito.Y es en esos momentos cuando mi mirada reclama auxilio y mi corazón pide a gritos algo que nadie puede darme.

Es entonces cuando más te echo de menos.

No creo que exista nunca una persona que pueda llenar el vacío que tú me dejaste... Aún así, puedo seguir fingiendo ser fuerte, como tú me dijiste, como tú lo fuiste... Aunque en mi interior siga luchando contra mí misma y contra mi debilidad. Puedo seguir tirando de los demás, con la cabeza alta, sin mirar atrás. Pero necesito que alguien tire de mí. Y ese alguien, eres tú.

Puedes pedirme que siga caminando hacia delante, pero lo que no puedes pedirme es que sonría en este día. Porque hoy... HOY es tu cumpleaños, y mis ansias por abrazarte, por hablarte, por besarte, me devuelve aquella sensación de dolor insoportable, cuando fui consciente de que NUNCA volvería hacerlo. Perdóname, si, en ocasiones, mi ajetreada vida cotidiana hace que me olvide de tí. Pero debes saber que SIEMPRE has estado y estarás presente en mi corazón. Y que tu cumpleaños siempre seguirá marcado en mi calendario. Aunque ya no pueda regalarte ninguna camisa, ni ningún dibujo, ni ningún bolígrafo.
Solo unas palabras viejas, rotas y doloridas de alguien que te quiere mucho... y que te echa mucho, mucho de menos...
Feliz Cumpleaños, papá.